Esta imagen le pertenece a uno de los pocos cybers que hay por la zona, pero con la particularidad, de que se debe ingresar por un kiosco, pasar por un pasillo, subir una escalera con un descanso de por medio. Te recibe un joven con movimientos lentos que parece muy proactivo hacia las exigencias actuales de los avances tecnológicos. El local tiene una formación de boxes con las pantallas de las computadoras enfrentadas, para que los usuarios estén de espaldas entre ellos y al pasillo que se forma. Las veces que fui no habían muchas personas, pero cuando pasé de noche y mire hacia la ventana y la luz incandescente estaba prendida con la postura de estar activo. El local no busca tener un decorado elegante, su fin esencial es el funcionamiento de las máquinas, que las veces que las usé tienen una fluidez de trabajo aceptable, con una buena conexión a Internet. Pero todos sabemos que la verdadera prueba de los cybers, es cuando superan el test de juegos on line.