Havanna

El café de Havanna no me gusta mucho. Siempre lo noté muy fuerte. Y encima es bastante caro. Por eso el otro día aproveché el calor y decidí probar un frapuchino de chocolate, para evitar el café y me llevé una super agradable sorpresa! El frapuchino es muy muuuy rico. Tiene café, leche, mucha crema y 2 medallones (uno adentro y otro afuera). Si no tenes mucha hambre, se puede compartir ya que es muy dulce y llena bastante.
La atención es buena y el local está bien cuidado.

Pésima la atención. Vi una mesa dos veces ocupada sin que la atendieran. tampoco tienen algunos de sus gustos de alfajores. Nunca más.

¡Hermoso este local de Havanna! El café, los alfajores y todo lo que se vende es estandarizado pero esta sucursal de Havanna es la más linda que conocí. Está a metros de Plaza Armenia. Pasé mil veces por la puerta pero jamás le había prestado atención.
Puerta alta de madera, piso original en buen estado, mobiliario de madera, patio interno con lámparas colgantes, espejo enorme, paredes rojas. Me sentí super a gusto. La música estaba bajita. No queremos ir a tomar un café y tener que gritar para escucharnos, ¿no?
Además de ser cafetería funciona también como kiosko, como los demás: podés entrar y sólo llevarte un conito o alfajores. Aceptan tarjetas, tienen los diarios del día.

Havanna es el rey de los alfajores. Eso es indiscutido.
Quién nunca comió un Havanna o un Havannet?. Encima seguramente todos trajimos una caja (ya cotiza en libras esterlinas, aproximadamente) de algún viaje a al costa atlántica.
Pero como en muchos lugares, lo mejor no es sólo lo más conocido.
Si te sentás en este Havanna y sos un poco observador, nadie pide carta.
Un día me cansé de los típicos alfajores y pedí la Torta Alfajor (es más alta, más dulce de leche, más consistente), vale la pena probarla. Y les juro que es la dosis perfecta de dulce. La cantidad? grande, pero después de probarla no vas a querer compartirla.
Especial para acompañar por un Latte con chocolate blanco. Nada que envidiarle a Starbucks ni las confiterías con tanto estilo en el Soho.
Y si lo pedís para llevar, que sea grande. Es riquísimo.

No tiene mucho sentido ir a tomar un café a este Havanna de Palermo Soho habiendo tantos cafés tanto más lindos y ricos, con mejores productos y más especiales. Como bares, los Havanna son standard, y pueden estar bien para zonas donde no abundan o para hacer tiempo en el centro en el medio de una seguidilla de trámites (suelo ir al de Corrientes casi Libertad), pero para ir especialmente no vale gran cosa.
Lo que sí está bueno, y el motivo por el cuál voy seguido, es para comprar alfajores para llevar. Si bien quizás los Havanna ya no sean los mejores alfajores del mercado (hoy en los kioscos se venden muy buenos), siguen siendo muy ricos y hay variedades no tan comunes (mis preferidos son los de nuez). También están los Havannets, eso sí no se consigue en otro lado.