Es una farmacia que por afuera no dice nada, pero adentro es fantástica. Super antigua, y gigante, ya que no se ve pero ocupa todo el ancho de la manzana(es decir, si bien la entrada al público es sobre Entre Ríos, su extensión llega hasta la otra cuadra paralela. Sus techos son altos y su decoración es simple pero en la vidriera tiene algunas de esas botellitas tan típicas de farmacia vieja(unas marrones con las etiquetas amarillentas). La atención fue fantástica. Incluso el farmacéutico me explicaba muy orgulloso que tienen laboratorio propio, y que fabrican remedios que no se consiguen en otro lado. Incluso, según él, le hacen preparados al instituto Favaloro. Debo aclarar que no trabajan con obras sociales(se v que no lo necesitan). Pero sí atienden Pami.