Estación Perú – Línea A

Esta estación como muchas de la línea A de subtes, las han decorado hace unos años con cosas originales, en este caso, Perú, tiene afiches de publicidades de hace mil años que me parecen fabulosas, amo lo retro, antiguo y demases, y estas publicidades «originales» me parecen hermosas y le dan un aire retro a la estación. Es una estación muy pintoresca que te deja en Perú y Av. De Mayo.
En esta estación se puede hacer combinación con otras dos líneas la E y la D, todo por los pasadizos secretos bajo la tierra. Cuando llueve es muy útil, porque te metes en cualquier estación cercana y llegas a la que tenes que ir.

Es una estación más, dentro de la Línea A del Subte, lo único que destaco, y ME ENCANTA es la artística ya que esta decorada con publicidades antiguas. Es un mini viaje en el tiempo. No le veo ninguna otra cosa que amerite ser mencionada

La estación más linda de la línea A. Perú es una estación declarada Monumento Histórico Nacional desde el año 1997.
Está decorada con publicidades como en sus primeros años y tiene un aspecto antiguo que te transporta a otro tiempo.
Alrededor de la estación hay lugares emblemáticos como London City, el Cabildo, la Plaza de Mayo, la Manzana de las Luces, la Iglesia San Ignacio, el Colegio Nacional Buenos Aires, La Puerto Rico y la Galería Güemes.

Esta estación forma parte de una de las pocas que tienen para hacer una triple combinación de líneas como sucede con la B, C, y D en el obelisco. En este caso y cerca de la Legislatura de la Ciudad, combina las líneas, A, D y E. En el caso de las líneas D y E sus estaciones terminales como Catedral y Bolivar y en el caso de la A la anterior a la terminal de plaza de mayo. La estación en si es bastante tradicional en cuanto a como son las estaciones de la línea A que es la más antigua de los subtes de sudamérica.
Es una muy linda estación a la que se le hicieron muy pocas reformas si bien en ella conserva gran parte de principios del siglo pasado ya que se inauguro el 1º de diciembre de 1913 y la modernidad actual.
Es una muy linda estación

Luego de viajar en la linea D, hice combinacion con la linea A en catedral hacia san pedrito. Asi como en la linea D me habia tocado un tren nuevo en la linea A me paso lo mismo, subi y olia a limon todo estaba limpio y bien cuidado. Si bien en la pantalla no decia a que hora venia el subte cuando llegue, vino al toque aun que se notaba que hacia algunos minutos que no venia xq habia mucha gente.
Cada vez que vengo a esta estacion me emociona ver que todavia se conserva en el estado original, desde las luces colgando hasta los azulejos son preciosos. Una vez mas viaje confortablemente y satisfecha :)

Es una de las estaciones que más conservada está. Es decir, si bien la han «modernizado», es una belleza que todavía contenga las obras que anteriormente la decoraban. Es una estación, que junto con Lima y Congreso, tiene altísimo tránsito ya que te deja en pleno corazón del microcentro. Un tip, es que el kiosko que está del lado que va para San Pedrito, tiene precios bastaaantes económicos comparados con los kioskos que hay en la calle.

No hay mejor estación que ésta. La ubicación entre Plaza de Mayo, San Telmo y pleno centro hace que sea clave para cualquier persona, más si sos turista.
Tiene escalera mecánica, punto a favor… pero si tenés que subir por escaleras no son tantas en comparación a otras estaciones de subte que tenés un sin fin de escalones que no se terminan más (por ej en la línea H).
Desembocá donde empieza la calle Florida y a muy pocos metros la Plaza de Mayo y el Cabildo.
Me gusta que se conserven las antiguas ventanillas de venta de boletos, un lujo.
Lo que tiene en contra es que en Avenida de Mayo siempre se festejan fiestas de distintas colectividades por lo que se corta el tránsito y hay mucha gente. Puede complicar el acceso a la boca del subte pero no más que eso. En general sucede los sábados o domingos.
Si tenés la mala suerte de que el subte esté cerrado tenés muchos colectivos como opción, que se dirigen prácticamente por el mismo recorrido que la línea A o en gran parte de ella (8, 86, 105, 56, etc).

Lo más lindo de esta estación son los carteles de viejas publicidades que decoran las paredes. Me dio gusto bajarme del subte y verlos. Si bien no deja de ser un lugar de tránsito, siempre es agradable tener algo lindo que ver mientras esperás.
Más que eso no puedo decir.
Es una estación como muchas de la línea A, que combinan toques modernos con lo tradicional que la caracteriza (recordemos que hasta hace no mucho seguían en circulación los viejos vagones de madera, preciosos pero inseguros).

Entrar en esta estación es hacerlo a un espacio en el que se mezclan dos mundos: el de la época de la fundación del Subte y el actual, que muestran al visitante una síntesis que presenta dos etapas de la historia.
Se inauguró el 1 de diciembre de 1913, fecha que quedó establecida como Día del Subte. La línea llegaba hasta Plaza Miserere, en la esquina con Pueyrredón desde Plaza de Mayo. El cartel de entrada decía «Subterráneo a Plaza Once». Empero, el nombre de Línea A recién fue establecido en 1939.
Las obras se inauguraron en septiembre de 1911, con la presencia de los entonces presidente de la Nación Roque Sáenz Peña e intendente porteño Joaquín de Anchorena.
El primero de ellos no pensaba que a pocos metros una calle en diagonal llevaría su nombre y el segundo tampoco soñaba que una arteria que lo recuerda nacería cerca de una estación del Subte y se haría famosa con un Mercado de Abasto y la memoria de un entonces joven Carlos Gardel.
Es anterior a la terminal Plaza de Mayo, si vamos hasta allí, y anterior a Piedras si viajamos en sentido contrario.
Además, cuando hay actos o concentraciones en Plaza de Mayo, funciona como terminal, lo cual es útil en especial en días de semana, cuando mucha gente necesita regresar a su hogar al finalizar la jornada laboral.
Permite efectuar combinaciones a través de pasajes subterráneos con las líneas D y E, a las estaciones Catedral y Bolívar respectivamente.
En 1977 fue declarada monumento histórico nacional y una década después se la restauró para que su diseño fuera similar al de la época de la inauguración.
Había entonces en las paredes murales con propagandas publicitarias de la época, como las que aparecen en las viejas revistas Caras y Caretas y fotos de la inauguración del Subte y tiempos posteriores, pero quedaron solamente los avisos, presentando productos como discos de pasta Pathé, jarabes para la tos, remedios como Resotil y otros rubros que en las primeras décadas del siglo XX cautivaban a los porteños.
Una vitrina especial, también ambientada en aquellos tiempos, presenta un taller de cuellos para vestir.
En el andén que va hacia la zona de Flores, hasta donde llegó la Línea A al escribir esta reseña, en 2015, se presentan con tipografía de entonces productos como libros, diarios, golosinas y afines, además de un puesto donde es posible encontrar productos que no están en otro lado, como mallas de relojes.
Pero lo moderno se mezcla con lo antiguo. En ese andén hay una Estación Saludable, del Gobierno porteño, donde es posible consultar y tomarse la presión, y en el otro una máquina de recarga de tarjeta para pasajes y otra para consultar trámites, recordándonos ambos que el tiempo ha pasado y llegó la modernidad, a lo que se suman carteles indicadores que van cambiando y televisores LED.
Las boleterías, de ambos lados, tienen ventana e hierros «de antes».
Si llegamos al centro subimos en una escalera mecánica y al llegar a Avenida de Mayo y Perú nos recibe la calle que en Rivadavia se transforma en Florida y antes la restaurada confitería London City, también con ambientación retro, aunque de épocas más recientes.
Pero siempre que soñemos con volver al pasado estará la estación Perú de la Línea A del Subte esperándonos. Alberto Auné

La línea A de subte es la mas linda, estamos todos de acuerdo, ¿no? Primero era por sus históricas formaciones de La Brugeoise. Ahora ya no están, pero sus estaciones siempre serán las mas antiguas y coquetas. Y de todas estas estaciones, la que mas me gusta es Perú.
Cerca de los finales del andén, las paredes están repletas de fotos de la construcción y evolución a lo largo de los años de esta línea.
Y en el centro, sobre la plataforma de los subtes que van hacia San Pedrito, hay unos puestos que venden de todo, no solo kiosco, diarios y revistas. Cuando digo de todo es DE TODO: relojes de pulsera y pared, mallas de relojes, billeteras, pipas, calculadoras científicas, zapatillas (eléctricas) y muchos etc.
Una rareza que junto a las antiguas imágenes le dan una personalidad única a esta estación de subte.