En el Nombre del Postre

De pasar por la vidriera nomás se te hace agua la boca. Cada vez que circulo por la zona no puedo evitar por lo menos asomarme desde afuera para torturarme un poco y si puedo, entrar a comprar algo.
Es una panadería y patisserie, ponen mucha atención en el efecto visual de sus productos. Entienden que la comida entra primero por los ojos y que el lugar condiciona bastante el antojo.
De salado tienen muchos tipos de panes, exquisitos todos. El de semillas, el de queso, la ciabatta de olivas y el pan de limón son los más originales y los más ricos también. Además hay ensaladas, por ejemplo César o de trigo burgol, sándwiches con rellenos buenísimos y cremosos, como el de pollo o el de atún, tartas y pizzas.
De golosidades tienen una variedad interesante. Rosca de pasas y crema pastelera, pain au chocolat, minicakes, macarrons de varios sabores-​no son mis preferidos pero los de acá logran convencerme– cookies un poco más jugadas que las tradicionales, como las de miel y azúcar negra o las de chocolate amargo y sal. Hay mini vasitos dulces, y promociones de alguna opción dulce con un café o un batido a partir de $ 30.
Todos los productos están hechos sin conservantes. Los precios están bien, aunque a veces no van muy acorde a los tamaños. Al momento de pagar, aceptan todas las tarjetas de crédito.

Hace poco que se instaló esta casa de perdición cerca de mi casa. Muchas veces pasé por la puerta sin entrar. Pero está semana sucumbí. En el Nombre del Postre tienen miles de cosas ricas.
Los macarons son vistosos y ricos. Hay de dulce de leche, chocolate, moras. Y hay versiones mini para los más chicos. Para el desayuno te podés llevar facturas con pasteleras y pasas, pan con chocolate, cookies con chips de chocolate, avena y vainilla. Hay mini budines de avellanas, zanahorias y cacao. Todavía no probé pero tienen una pinta tremenda los muffins de harina integral y frutillas de azúcar negra, vainilla y banana. También hacen tortas para casamientos.
Hay golosinas ricas para los chicos, tortas de cumpleaños, mini tortitas como chocotorta, lemon pie y cheesecake. Hay panes integrales, con semillas y con limón (deliciosos!).
La atención es excelente y se puede pagar con tarjeta de crédito.

Para los fanáticos de lo dulce (como yo), este lugar es el paraíso. Ya el nombre del local te dice todo: «En el nombre del postre». Miles de opciones de cosas dulces, de todos los sabores y en todos los tamaños para darse un gusto de vez en cuando.
Esta sucursal, a diferencia de la de Palermo, no tiene mesas ni sillas, por lo tanto sólo podés comprar para llevar. De todas maneras hay una mini barra sobre una de las paredes con cuatro butacas donde podés sentarte a comer algo, pero rara vez alguien la usa. Es más un negocio de compra-​venta y no tanto un café.
El local está decorado muy girly en colores verde manzana y fucsia y una de las paredes está empapelada con recetas de la enciclopedia de Chichita de Erquiaga. Tiene una vidriera enorme con algunos postres en exhibición que hacen que cualquiera que pase caminando por la vereda quiera entrar y llevarse todo. Es demasido tentador.
Entre las opciones que tienen a la venta, podés elegir sus famosos macarrons y algunos productos de pastelería, como por ejemplo: vasos dulces, cookies, lingotes, minicakes, minibudines, eclairs, muffins, entre otras delicias. Realmente no podría recomendarles uno en especial porque es imposible. Siempre me resulta dificilísimo elegir un postre porque me tientan todos. Como soy una viciosa de la chocotorta, varias veces me la compré y siempre me pareció increíble.
No lo duden, dense una vuelta por En el Nombre del Postre que no se van a arrepentir. Ténganlo en cuenta para cuando tengan visitas o para llevar un postre rico a alguna cena. Van a quedar super bien.