El Puentecito

Este antivuo bodegón figura en el libro de Pietro Sorba y con razón: es típico, con una «decoración» poco glamorosa que denota su origen de lugar donde comían los obreros en la época en que Barracas no era «distrito de diseño», sino el corazón industrial de la capital.
Ubicado en un lugar muy poco atractivo (al lado del puentecito que cruza el Riachuelo, que quedó casi en desuso con la construcción del Puente Pueyrredón; la terminal del colectivo 12 y un puesto de Prefectura), para algunos puede restar turismo de aventura. Pero el lugar es seguro.
Los platos son ese mix de parrilla, cocina italiana y española que caracteriza a la cocina porteña. Los platos son abundantes. Las rabas están muy bien, hay «rarezas» como ranas y la tortilla tiene el babe justo.
Para experimentar un típico bodegón.

Hace años vamos con mi familia. Las comidas son exquisitas. La atención muy amable. Súper recomiendo.

Primera vez que venimos a El Puentecito, pedimos milanesas de carne y napolitana y comimos flan de postre.
La comida ok, el servicio del mozo ok.
Lo que no nos gustó es que nos cobrarán $ 25 de servicio de mesa y lo único que nos trajeron era una panera con pan de ayer.
Vamos a volver a probar el pescado, porque es una de las cosas que recomiendan comer.

El Salón es enorme, de hecho es tan grande que parece que le faltan camareros para poder hacer el servicio como se debe, entre que nos entregaron la carta y nos tomaron el pedido pasaron como 20 minutos. Los mozos son simpáticos y atentos y compensan la espera, los platos son grandes, probamos el matambrito a la pizza que vino medio frio; las papas estaban buenas; las rabas eran enormes y estaban bien pero podrían ser un poco menos aceitosas, la tortilla española estaba MUY bien.
Comimos un flan y una tarantela mixtas, eran normales pero estaba muy rica la crema (algo que la mayoría de los lugares pifia) y eso levantó.
el precio es acorde.

Excelente bodegón de Buenos Aires con mozos «como los de antes» y muy buena atención.
Tiene una gran variedad de platos, probé la paella, los mariscos, la tabla de mar, rabas, costillas de cerdo, realmente es todo muy sabroso. No probé las pastas pero no dudo que sean como el resto de la carta.
Destaco la tortilla española… imperdible!
Si cabe aclarar que es un poco caro, se paga como un restó de los mejores barrios de capital o puerto madero.

Un lindo bodegón, la comida está buena. Pero me pareció muy caro. La milanesa de lomo no es para 4 como dicen.

Volví a El Puentecito después de 10 años.
Me sorprendió lo arreglado y coqueto que está ahora.
Me había quedado una imagen de abandono, una postal oscura de Barracas.
El menú se mantiene casi intacto tanto como los mozos old scholl de punta en blanco con memoria de elefante. El domingo estaban tan a full que hasta kos ayudantes de cocina salían a levantar la vajilla de las mesas. Pedí las clásicas rabas xl y paella con un Vinitierra Malbec, flan con crema y café.
Entre 4 personas $ 900.

Lugar clásico, histórico y, sobretodo, buenísimo! Bodegón en serio, de los pocos que quedan con la misma esencia de aquellas fondas a las que iban nuestros abuelos. Comida de gran calidad, siempre fresca y abundante. Las rabas son de otro planeta! La carta es recomendable de punta a punta. Carnes, pescados, mariscos, ranas. todo genial. Hasta los mozos son geniales.
Nota: Casi siempre voy en dias de semana de noche. es el horario que recomiendo. Los findes y feriados hay que esperar mucho porque está siempre lleno, sobretodo si son más de 4 personas.
No dejen de conocer este lugar. Es lo más.

Gran bodegon GRAN! Platos abundantes, para ir a comer en serio! Hay pulpo, caracoles, ranas y lo logico de un lugar asi, minutas, pastas y parrilla. IMPERDIBLES LAS RABAS! Vale la pena, Ideal para ir a comer con amigos.

Hermoso lugar por lo pintoresco. Veremos la comida. Riquisimas rabas muy tiernas. Ravioles buenisimos. Y pamqueques de postre, de manzana quemado al ruhm y de dulce de leche, deliciosos. No pidan milanesas

Si te pides el asado de tira llegas al cielo.
Lugar con historia y carácter. Súper buen servicio, comida espectacular. pregunten por Alberto Lougedo.

Alguna vez quise explorar todos los bodegones de Bs As y di con esta esquina, ubicada en una zona bastante fea de la capital que despierta ciertos miedos por la noche, igualmente no me paso nada, aunque no volveria. La comida es basicamente minutas, pastas y parrilla (tipico menu porteño) que no decepciona pero no amerita la experiencia de comer cerca del riachuelo y junto a una terminal de larga distancia.

me pasa algo con los bodegones muy particular:
me obsesiono.
tal vez, sea paciencia, pero como a los amigos,
a los bodegones uno le perdona cosas que a otros,
jamas le perdonaría.
ubicado en uno de las esquinas mas feas de toda la capital
federal, frente a un puente y al riachuelo,
se encuentra este edificio de poca gracia estética.
la comida es buena.
las porciones son grandes.
típica cantina con parrilla a gas.
la atención es regular.
es ideal para ir con amigos, un día de semana.
la milanesa napolitana es muy buena.
si te gusta que no sea tipo suela, es tu lugar.
siempre pido rabas, no es su especialidad, pero me gustan,
si queres que exploten en tu boca por lo crocantes, no las pidas!
fin de semana, siempre hay que esperar, y el lugar
para esperar, no es de los mas agradables.
el lugar es seguro, lo mismo que llegar.
pd: no dejen el auto en ninguna de las 4 esquinas ya que doblan
micros de larga distancia !