Doctor Guillermo Lobenstein

Hace casi 10 años que vivo en esta ciudad y todos los años cuando llegaba el momento de hacerme los controles ginecológicos me pasaba lo mismo: buscaba un nuevo médico. No es que fueran particularmente malos (aunque alguno sí), sino que no me cerraban. O me descartaban a los dos segundos, o no me daban bola a las cosas que preguntaba o, simplemente, no pegábamos onda, no me sentía cómoda.
Entiendo que la pretensión de «pegar onda» puede ser un poco exagerada, pero yo sabía que tenía que haber entre la infinidad de ginecólogos que hay en la ciudad uno con el que me sintiera cómoda, que fuera buen profesional y que (como para tener la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos (!)) atendiera por mi prepaga.
Y así fue que llegué al consultorio de Guillermo Lobenstein. El tipo es un genio. Súper paciente, te escucha, te saca cualquier inquietud que tengas, es super delicado (todas sabemos lo que eso quiere decir!) y, como si fuera poco, si te hacés los estudios que te manda a hacer en el Hospital Alemán, no tenés que ir a buscarlos porque se los mandan directamente.
El éxito fue tal que le hice propaganda por todas partes y hoy la mayoría de mis amigas se atienden también con él y están igual de conformes que yo.