Club Social

Wow! Quede absolutamente fascinado con este lugar. Era el único que me faltaba conocer de los varios que hay en Av. Caseros y me arrepiento de no haber ido antes.
Fuimos un sábado al mediodía con la idea de brunchear pero al final terminamos almorzando.
Ya de entrada nos recibieron súper bien, eso es fundamental.
La chica que nos atendió, Olivia, era un amor, súper atenta y cálida. Nos recomendaron la limonada de maracuyá y no falló, súper fresca, rica, buenísima. Por otro lado nos dijeron que ese día había especial de huevos en todas sus variantes. Pedimos un omelette con 5 huevos, relleno de jamón y queso que viene acompañado con papas fritas y verdes.
También pedimos una milanga champion (enorme sándwich de milanesa de peceto con jamón, queso, panceta, huevo frito, una bomba).
Nos tomaron la orden apenas apoyamos la carta en la mesa y a los pocos minutos ya teníamos los platos servidos.
Mientras esperábamos nos trajeron un aperitivo de Campari con jugo de manzana y una canastita de panes riquísimos. Estábamos con hambre así que nos comimos todo y en cuanto la terminamos nos trajeron otra más.
La comida es espectacular. Si bien no pedimos nada demasiado elaborado, creo que ahí está la clave, cosas simples y bien hechas. Si no vas con mucho hambre los platos se pueden compartir tranquilamente porque son enormes.
En síntesis, atención un 10, comida un 10, ambiente un 10. Claramente vamos a volver.

Llegué a este lugar por la idea de ir a cenar a un lugar «nuevo» y diferente, y la verdad que fue una muy buena elección.
El lugar está ubicado en San Telmo, una parte donde hace un par de años no había mas que edificios antiguos y la iluminación no era de lo mejor. Ahora en esa cuadra de Caseros hay 5 restaurantes bastante lujosos.
La ambientación del lugar es excelente, los mozos son muy atentos y educados.
Los platos son tan buenos como lo pinta el lugar, abundantes y ricos (aunque ese día se les había ido un poco la mano con la sal, o espero que no siempre sea así).
Quisimos pedir las ribs de cerdo con barbacoa, pero como ya era un poco tarde no les quedaban, por lo que optamos por un sandwich de milanesa (a pesar de que el lugar era super gourmet tenían sanguche de milanga, asi lo decíà la carta) y una hamburguesa de cordero, los dos acompañados con papas fritas.
¡Los dos platos estaban muy bien!
Para tomar elegimos gaseosa y una limonada que estaba muy rica.
Volveremos para probar las ribs de cerdo y los tragos, ya que tenían una amplia carte de tragos y una barra muy interesante.
Precio por persona $ 150
Aceptan tarjetas de crédito y debito.

Lo descubrí la zona «paqueta» de Caseros y Defensa realmente muy buena experiencia .
Club Social Deluxe le hace honor a su nombre. La ambientación es excelente. Los platos son deliciosos y abundantes, quizás para mi gusto un poco excedidos en sal (espero que haya sido por ese día solamente). La atención es muy cálida.
Si bien el lugar tiene un toque de moderno y creo que apunta a un target de gente joven mas hipster, el lugar estaba lleno fe gente grande de la alta sociedad. Me quedaron pendiente las Ribs y los tragos.
Volveré.

La avenida Caseros es un limbo.
Entre Barracas, La Boca, Constitución y San Telmo, esta avenida, en el final de su extensión, es la cuna de nuevos emprendimientos gastronómicos.
Uno de ellos, es el Club Social Deluxe.
Una noche con amigos, fuimos a descubrirlo.
El lugar es fabuloso, tiene un ambiente super logrado, con aires a una Buenos Aires antigua.
Tienen una moto en un entre piso, paredes recubiertas del ladrillo «London», madera, faroles antiguos y una barra nutrida.
El espíritu es de un bar americano.
Te reciben con un dip de entrada.
La moza fue apenas amable, un mal endémico de los emprendimientos gastronómicos.
Pedimos unos tragos muy ricos.
De entrada una muy buena tortilla de papas.,
Yo comí un lomo con una reducción que estaba ok.
Lo mejor: Los miércoles hay jazz en vivo desde las 21hs.