Cenas Elite en el Perón Perón

Hace una semana que vengo con depresión post cena en el Perón, básicamente porque JAMÁS volveré a comer así de rico y bien.
Si bien ya conocía el Perón, la experiencia de esta cena es inigualable, podríamos decir que es la versión peronista de la mesa de «la señora» pero estaríamos diciendo cualquiera ya que Gonzalo es lo todo.
Llegamos y nos recibieron con un aperitivo, cinzano y soda, y pancitos con unas salsitas que no probé ya que necesitaba guardar espacio para lo que se venía.
Una vez todos reunidos en la mesa, Santi dio el comienzo presentándonos a Gonzalo quien nos saludó uno por uno y a los minutos le dijo a una de las mozas «largá unas empanadas». en ese momento yo ya estaba DESCONTROLADA porque las empanadas de osobuco es como tocar el cielo con las manos, al mismo tiempo nos trajo unas empanadas de cordero que mamita querida.
Mientras comíamos el anfitrión nos contaba lo que nos esperaba y era el paraíso del gordo.
No voy a detallar el orden en el que comimos todo porque sinceramente no lo recuerdo, pero además de las empanadas el menú incluyó tortilla de langostinos, garrón de cordero, pacú, polenta y osobuco, bondiola y pastel de bondiola braseada mi plato preferido del Perón. Con cada plato nos invitó con un vino distinto, en total 6 cepas, todas de bodegas pequeñas, esos hallazgos que sólo ahí podés probar.
Durante la cena Gonzalo nos contó un poco de su historia y la del bar, la verdad que un genio, súper accesible, hasta nos dió la receta de algo (NO RECUERDO QUE) pero como cada plato lleva tanta preparación la verdad que prefiero ir a comer al restaurante y de paso cantarme la marcha revoleando la servilleta.
Cerramos la cena con una pasada de postres y quiero decir que Cobos es lo mejor que tienen (ojalá papá no lea esto), pero ese panqueque es DEMENCIAL. Esto lo acompañamos con champagne y brindis. Los chicos me cantaron el feliz cumpleaños ya que el día anterior había sido mi natalicio. Creo que fue el mejor cierre de festejos, sé que ya nada va a ser igual, sé que nunca más volveré a cenar así y me tiene algo angustiada, pero realmente vale la pena la experiencia.
Gracias Santi y Gonza por este maravilloso evento, los Unilocalers compañeros de mesa súper copados, hicieron de la velada lo mejor. A quienes les quede pendiente esta cena a ponerse a reseñar porque vale la pena ser Unilocaler hoy más que nunca.

Estrené mi chapita de Élite en el Valhalla Unilocaler y estoy súper contenta. Desde la confirmación hasta que llegó el evento no hacía otra cosa que hablar del Perón Perón y contar lo magnífico que es Unilocal!
Ahora lo importante. Llegué última pero puntual, al toque se acercó a la mesa Gonzalo y compartió la cena con nosotros entre copas de vino, platos deliciosos, anécdotas y recetas de su cocina.
Lo primero que piqué fue el pancito casero (una delicia!) que venía acompañado con unas salsitas riquisimas.
Y llegaron las famosas empanadas, una de osobuco y una de cordero. Amé la de osobuco podría comerme una docena con gusto! La de cordero era muy jugosa y me gustó también.
Gonzalo se levantó de la mesa y nos sirvió un vino blanco riquísimo para acompañar las empanadas. Seguían cayendo los platos y los vinos cambiando, pero sólo probé los primeros dos blancos y luego mucha agua (buena recomendación Unilocali)
El siguiente plato si mal no recuerdo fue una tortilla de Papa con langostinos y chorizo Colorado. Oh my God! Se deshacía en la boca. Jamás probé algo tan rico.
Después llegó el Pacu. Increiiiible, todos los cortes de carne se cortaban con cuchara y me hicieron comer pescado después de mil años.
Siguieron las costillitas de cerdo con puré, riquísimo todo.
Luego llegó el pastel de bondiola, que mucho no me gustó porque no soy fan de la batata ni de mezclar salado con dulce. Pero todos los demás lo elogiaron mucho. Después la polenta con salsa y osobuco.
Menos mal que había pausas entre plato y plato porque si llegaba todo junto no iba a poder disfrutar nada.
Los postres llegaron y ataqué el flan quinquenal sin pensarlo dos veces mientras todos gritaban LA FOTO LA FOTO! Perdón por las fotos a las que no llegó vivo jajajaja
Lo que cambiaría para la próxima es la mesa. Ya que era baja y nos sentabamos en tablones sin respaldo. Y estábamos todos muy pegados lo que dificultaba salir de la mesa para ir al baño y eso.
La atención de los mozos fue super atenta y entre vino y vino terminamos todos cantando la marcha peronista cada media hora, sin importar la ideología política de cada uno. La ambientación del lugar es muy linda. Me encantó el altar a Evita.

Los eventos Unilocalers siguen sorprendiéndome! Y qué evento! En mi primer intento (mis sinceras disculpas para aquellos que vienen intentando hace meses), quedé para ir para este evento que unánimemente han calificado 5* quienes fueron dichosos de asistir. Como buen cliché, ese mediodía me comí una ensalada bastante triste, e intenté alejarme del pan que nos trajeron para arrancar (sugerencia de Santi mediante). Arrancamos con un Cinzano con soda y rodaja de naranja a medida que fuimos llegando y ubicándonos en la mejor mesa del restaurant, en el medio de todo, con Santi y Gonzalo a la cabeza. No recuerdo bien el orden pero comimos empanadas, tortilla, langostino, polenta, pastel de batatas, costillitas de cerdo con puré, un Pacú GIGANTE (*****), entre otros. Cada paso que nos fueron sirviendo (no los conté pero no deben haber sido menos de 7) además de la obvia preparación que ostentaban (con especias, HORAS de cocción, guarniciones, temperatura ideal) estaba maridado con un vino específico de bodegas boutique, todos nacionales, desde un Pinot Noir, un Torrontés, un Malbec, para terminar con un brindis de sidra. Tenemos el infame record de ser la mesa que más bebió, sorprendimos hasta al anfitrión. Y si, aunque no lo crean, nos hicimos lugar para postre también, y degustamos TODO lo de la carta de postres. Una cucharada de cada uno, aunque el Panqueque Cobos se lleva mi premio.
Un aplauso para Gonzalo y sus recetas, todos los que laburan en la cocina, Santi, y todos los que hicieron de esta comida, toda una experiencia.
Volveré, y comeré millones.

El Valhala Unilocal fue todo lo que había leido e inclusive más. Hermosa experiencia, siento que comí todo lo rico de la vida en una noche y ahora miraré con desdén otras comidas.
Gonza y Santi, muchas gracias por esta lindisima experiencia, muchas gracias por mimarnos tanto.
Ahora empiezo a contar todo lo que pasó en la noche: Nos esperaba una mesa baja frente al lindo altar a Evita. Santi nos llevó superhero ponchos (bello detalle) y en la mesa la genial atención de Adri, la moza, empezaba con ricos cinzanos (?).
Cuando el resto de Unilocalers llegaron, Gonza sentado a la cabeza de la mesa empezó a contarnos todos los platos que ibamos a probar durante la noche. Todos moriamos de ganas que empezaran a llegar. Las entradas fueron las ya legendarias empanadas de osobuco y cordero; entre historia e historia Gonza contaba como creó los platos, tips, consejos, sugerencias, anecdotas. Realmente que buen anfitrión es; responde a todas las preguntas y te hace sentir un invitado muy especial en su mesa.
A partir de ese momento tanto el vino como la comida hicieron parte constante de la mesa; vino blanco acompañando las empandas, pinot noir acompañando el pastel de batatas.
Durante la noche y creo que casi 3 horas degustamos pacú, pastel de batatas y bondiola, tortilla con chorizo colorado, osobuco braseado con polenta, cordero con puré de papas y creo que las divas de la noche fueron las costillas de cordero con riquisimo puré.
Tip de Gonza: Puré de papas no es puré si no se agrega nuez moscada.
Los postres riquisimos (flan, arroz con leche, mousse de chocolate, cobos). Cerraron la noche dos copas de sidra y champan.
Gracias a Gonza y su mujer por tan dedicada atención. Realmente para volver y volver.

Y un día me toco y fui al Peron Peron, emblema Unilocal,el evento por el cual un Battle Royal es ínfimo al lado de nuestras reseñas y checkins!
Llegue sobre la hora al Peron y ya estaban todos los Unilocalers junto a Santy, nos recibieron con un pan de campo y casuelitas con berenjenas, un aperitivo muy suave para acompañar al que solo pude darle 4 sorbos porque nos entraron a atacar con morfi y chupi mal!
Todos hablamos sobre el documental donde se lo ve a Gonzalo haciendo las empanadas de osobuco, y mientras hablábamos con el llegaron al a mesa y por partida doble ya que también había otra de cordero, por dios que glorioso el saber de esta empanada! chorreba mal y el sabor era de lo imposible GENIAL! a todo esto para acompañar un vino torrentes increíble! Gonzalo nos hablaba sobre como llego al Peron, sobre como empezó con pocos platos y fue creciendo la apuesta gastronómica y vinieron unas tortillas de papa con chorizo colorado, y una cazuela de gambas que estaban para chuparse los dedos! la salsita de esta cazuela POR DIOS! ya el aroma era una delicia! acá cambiamos de vino seguimos con otro blanquito pero no recuerdo el varietal, y nos trajeron un Pacú a la mesa, hace rato que no comía pescado y este era DELICIOSO! con unas fritas y una ensalada de rucula NOS MATO! y lo mejor? Gonzalo nos decía «si ya se sienten medios llenos van mal porque esto es la entrada» jajaja que buen tipo y como se hace querer! abrimos un Pinot Noir el vinito de Titus Adromedon! hacía rato que no tomaba esta cepa tan rica! ahí nomas entre risas Unilocalers y charlas gastronómicas nos trajeron unas costillitas de cordero con un puré que el primer bocado que le pegue me mato! ahhhh NO FUE MAGIC! tampoco knorr era un puré VERDADERO como el que hacia la nona pero el CHEF le puso nuez moscada y otras especias gloriosas que me rompieron el paladar de lo bueno que estaba, y las costillitas? ahhh que cubiertos? ahí nomas le entre con la mano una manteca, una delicia!
Acá llego el mejor vino de la noche para mi, que fue el Merlot que buena uva! que saborcito me quedo en la boca!!! y ahí nomas PAF! uno de los favoritos de todos que tenía muchas ganas de probar el pastel de batata con bondiola, que ricor el quiesito gratinado y lo dulce de la batata, aparte la bondiola era una manteca!
Esto no termina acá… pensaron que ya estábamos llenos? que ya nos íbamos? no no, nada de eso entraron los mejores de la noche lo principal! Garrón de cordero y bondiola braseada!!! imagina lo tierno que estaba todo esto que se cortaba con una cuchara! y había una salsita chutney que tenia de todo y muy dulzona GOLAZO! a todo esto seguíamos tomando vinos! Hey Malbec nunca puede faltar y si ya estábamos todos que no dábamos mas y entraron los postres! panqueque flameado, budín de pan, flan, arroz con leche, tiramisú y una copa helada de chocolate que era una BOMBA! con un champagne para acompañar y brindar por la excelente velada
Los Unilocalers tuvimos la misa del mes que sublime es el Peron Peron!
Prometo volver y comer esa milanesa de bondiola!
Gracias Unilocal por tan buen evento, Gonzalo tenes una calidez humana única, te pones hablar y es como que te conociera de toda la vida, Unilocalers la buena onda que le ponen es increíble excelente noche!

Luego de algunos meses de esfuerzo en vano, cuando menos me lo esperaba llegó la bendita confirmación! Ya tenía ganas de salir con el bombo a la calle (mentira que di una vuelta manzana corriendo de emoción EH)
La típica es pedir el «que debo hacer y que no debo hacer días antes o el mismo día» de tan maravilloso evento. Soy una persona de buen comer, demasiado capaz para mi estado físico pero también vivo corriendo entonces esto fue un desafío desde el vamos. No almorzar no era una opción, por lo que comi un plato de fideos como haría Messi si fuese elite de Unilocal.Obvio que siempre como 3 así que para las 18 me estaba muriendo de hambre.
Chusmeando cenas anteriores me asusté un poco. Un 90% de lo que cenaríamos no era de mi agrado. No como cerdo, no como cordero, no como pescado. Aaaah que hago? Tanto me esforcé para esto? Basta de prejuicios y voy a comer lo que venga porque así lo hubiese querido el general.
La lluvia hizo que el viaje no sea peronista pero no importaba nada.
Al entrar nos ubicaron ahí en la mesa más grande frente al altar de Evita donde cenaríamos con Gonza y Santi.
Llegó un Cinzano con soda, berenjenas al escabeche con un dip de crema y apio riquisimo al igual que el pan casero.
Ya con todos los Unilocalers sentados, comenzamos a charlar con Gonza y el empezó a destapar vinos.
Vino blanco para las empanadas de osobuco (la mordí y lo salpique a Gonza jajajajajajajja) y la de cordero que fue una fiesta de sabores en el paladar. Tremendas! Pero esto ni estaba comenzando…
Otro vino blanco con Tortilla de langostinos con rabanitos, alcaparras, huevo, etc. Y tortilla de papa con chorizo colorado. Lo único que no probe fue la de langostinos porque no soporte el aroma (no me culpen, no tolero el pescado)
Llegaria luego el momento de la verdad, pacu a la parrilla. La pucha el miedo que tenía! No quería asquearme y quedarme con las ganas de comer pero Gonza contó que era su plato preferido, que le daba vergüenza la gente que no se animaba a probarlo y bueeeno, lo tenía al lado y me estaba sirviendo vino a su par así que me animé. No hay arcada, no hay cara verde, ESTA BUENO! Tremendo lo que logra Peron Peron.
Llegó el vino tinto y con el las costillas de cordero asadas con puré de papas. Mamadera que ricura por favoooor!!! Más de uno nos animamos a entrarle con las manos porque así es más rico todavía.
Después de que nuestros platos se vaciarán Gonza dijo Ahora los quiero ver… Y llegaron los pasteles de bondiola y batata, el garron de cordero, osobuco con polenta. No hay palabras para describir esos 3 platos. Demenciales. Gracias gracias por todo esto mi general, cuanto vales!!!
Vacías las cazuelas osó preguntar si queríamos algo más y buuuueno, salió una bondiola con chutney de cebollas que para variar estaba tremenda y se cortaba con sólo mirarla.
Copas de champagne anunciaban que era el momento de los postres: flan quinquenal, panqueque Cobos, mouse de chocolate (aaaaah diosito que ricura), arroz con leche, amado boudin de pan (me lo comi todo yo porque fan del budín de pan) y un tiramisú que llegue a probar de pura suerte.
La experiencia promete mucho, cumple y peron peron dignifica!

No, no y no, no puedo creer que ya pasó y a la vez no puedo estar más agradecida. AMO MUCHO EL PERON PERON.
juro que me leo y me tiento pq decir esto en familia de radicales es una cosa de no esperar pero haber vuelto a este lugar y esta vez con gonzalo a una persona de distancia contando anécdotas de la cocina y de la vida me generó algo tan increíble que no puedo no decirlo.
OBVIO que la comida es una cosa de no creer y cada vino que elige para acompañarla es muy justo para eso (como si hubiese sido pensado para ese momento y nada mas) pero lo incomparable de este evento es que estas sentado con diez personas más, que probablemente ni conoces y encima esta INCLUIDO GONZALO!!! Lo que pueda surgir es distinto cada vez y eso hace que sea un evento y un momento único.
Que bueno que la cuarta fue la vencida y llegue a disfrutar de esta increíble experiencia.

Primer evento oficial como Elite y en el Perón Perón ¿Que mas se puede pedir?
El día empezó como examen médico con un «ayuno» no total pero si de cantidad para llegar a la noche con espacio estomacal y así poder comprobar de primera mano lo que se dice de este lugar.
Primero agradecer a Gonzalo por abrir las puertas y permitirnos ser parte de su maravilloso mundo culinario y segundo a Santi y Unilocal por organizar estas propuestas.
Nos esperaba una mesa baja en el medio del salón frente al altar de Evita.
Gonzalo cual Mirtha Legrand en la cabecera dirigiendo la cena nos contaba todo lo que nos pensaba servir y de solo escucharlo ya estábamos satisfechos (mentira… queríamos comer)
Cada plato llegaba con una copa de vino y una anécdota al respecto, ademas de explicarnos como elaboraba o creaba cada plato.
Primero vinieron las empanadas… de ¿cordero o matambre? y osobuco (perdón las lagunas mentales… pero… no culpes a la noche, no culpes a la playa… será culpa del vino).
Después Tortilla de Papas con Chorizo Colorado y Langostinos (una DELICIA)… Pacú, Pastel de Batata y Bondiola, Costillitas, Osobuco Braseado con polenta, Garrón de Cordero con un exquisito puré de papas, Bondiola con chutney de cebollas y algo más que seguro me olvido… la carne tan tierna que se cortaba con cuchara.
De postre cerramos con Flan con Dulce y Crema, Panqueques «Cobos», Budín de Pan, Arroz con Leche, Tiramisú y Mouse.
Entre el aperitivo de bienvenida, y copita de vino viene y copita de vino va… al final de la cena nos bajamos una botella cada uno, sin contar el brindis de despedida con Champagne.
Nota al margen: Me sorprendieron las Unilocalers femeninas comiendo a la par de los masculinos… ¿Que nos está pasando muchachos?
Cada tanto sonaba la marcha Peronista y seas de la ideología que seas vas a terminar cantándola.
No hace falta ser Peronista para disfrutar de este increíble viaje gastronómico.
¿Por que hay que reseñar? por experiencias como esta.

«No comas nada en todo el dia», «hidratate», «aguantá hasta la noche que lo vale», esos fueron los consejos de los Unilocalers experimentados. Asi fui, el lunes a la noche, al encuentro de los otros 8 afortunados. Todavia no puedo describir las sensaciones de esa cena, creo que me voy a quedar corta y no reflejar lo que verdaderamente fue, para mi y creo que para varios, la mejor experiencia culinaria de mi vida.
Nos recibieron excelentemente en la vereda con un Cinzano y cuando estuvimos todos, pasamos al salón, nos esperaba la mesa del centro, bajita, enfrente al altar de Evita y la presencia de Gonzalo, genio, hipnótico, fundamental, increible. Lo que hizo durante toda la noche con nosotros fue lo que hacia el flautista de Hamelin con las ratas, en lugar de flauta tenia sus palabras, su charla, sus anécdotas.
Nos introdujo en su mundo y empezó a presentarnos los platos y los vinos que ibamos a degustar. Llegaron las empanadas de osobuco y matambre, riquisimas, jugosas y ya nuestras caras se transformaron. Acompañadas de un vino blanco exquisito, fue una combinación no esperada, pero exitosa sin dudas.
Luego llegó el pacú, aclaro que no soy muy amiga del pescado y cuando trajeron las dos bandejas tuve sentimientos encontrados, pero no me iba a quedar en «no me gusta», si estaba ahi era para dejarme llevar y probar todo lo que Gonzalo propusiera. Lo comi y fue una sensación tan genial saber que habia roto una barrera para mi y encima QUE ME HAYA GUSTADO! venia acompañado con unas papas con romero y con un vino tinto que por Dios, amé y ahora no me acuerdo cual fue.
Llegaron los platos para cucharear y ya a esa altura estábamos todos con los ojos desorbitados, la charla fluia, los Unilocalers estábamos muy animados y Gonza comentó como al pasar *ejem* que era la mejor mesa *ejem*. Vinieron el garrón de cordero con puré (se cortaba solo de lo tierno que estaba) el osobuco braseado con polenta (INCREIBLE el gusto que tenia y la textura suave de la carne) y el pastel de batata con bondiola que era TOCAR EL CIELO CON LAS MANOS. Todo regado con más vino tinto, un poco más potente que el anterior.
Seguiamos charlando y chusmeando todo (fotos mediante como buenos Unilocalers) cuando apareció EL. Era esperado y lo sabia, su presencia habia sido adelantada por twitter y veniamos soñandolo y anhelándolo. Oh siii, era el PECHITO DE CERDO CON 8 HORAS DE COCCIÓN (bueno entre 8 y 10 hs para ser más exactos). Verlo a Gonzalo cortar semejante manjar fue un espectáculo, y cuando sacó uno por uno los huesos y salian LIMPIOS no lo podiamos creer. De más está decir que estaba riquisimo y lo acompañamos con puré de papas que apenas probé porque queria guardarme para los postres jiji.
Llego lo dulceeee! en mi caso, como buena gorda dulcera, esperaba mucho este momento. Mis ojos bailaban de emoción cuando vieron el flan, el budin de pan, el arroz con leche, los panqueques y los cascos de naranjas. También fue cuchareo y empezamos a probar.
* EL FLAN, qué decir de la locura que senti en mis papilas gustativas, me hizo acordar mucho al de mi abuela, y para Gonza ese fue un cumplido, porque a el le gusta que la comida nos haga acordar a cosas hechas antes, con amor, con paciencia.
*EL BUDIN DE PAN con naranja, era muy muy suave, muy rico, un gusto inusual para un postre asi.
*PANQUEQUES muy buenos, tenian también un dejo de naranjas.
*ARROZ CON LECHE, uno de mis postres preferidos, estuvo claramente a la altura de las circunstancias, lo probé casi al final y no defraudó.
*CASCOS DE NARANJA. esto no lo habia probado nunca, Gonzalo contó toooodo el procedimiento y nos quedamos atónitos escuchando la cantidad de dias que llevaba que las cascaras de naranjas queden asi, caramelizadas. Una locura el sabor.
Después de todo esto, lo único que quedaba era AGRADECIMIENTO, nunca senti que una comida me llenara tanto, no solo la panza sino también el espiritu, el alma. Posta, se que suena cursi o exagerado, pero no lo es. Me fui con una sensación de bienestar única.
Recomiendo ir, es más, seguro vuelva. No se dejen llevar ni por el nombre, ni la decoración, no tengan prejuicios, yo me los saqué mucho antes de llegar. Animense y abran todos los sentidos.
Gracias Gonzalo, gracias Unilocal por tan linda oportunidad y gracias al Perón Perón por haber hecho una noche de lunes una noche distinta y feliz.

Todavía siento que me cuesta expresar con palabras la noche que viví el pasado lunes. Tenía muchísimas expectativas porque había hablado con otros Unilocalers que tuvieron la suerte de vivir este momento, pero se superaron por todos lados.
Fuimos recibidos muy amablemente por todo el personal, nos trataron desde el primer momento como si fuésemos los únicos en el lugar y, vale aclarar, con un Cinzano en mano. Gonzalo, el chef y gran protagonista de la noche, nos buscó en la puerta para saludarnos uno por uno, preguntar nuestros nombres y así hacernos pasar. Y la magia se dio sola.
En una mesa baja especialmente preparada, tomamos asiento donde más nos gustó y nos dejamos llevar por todo lo que se nos propuso. Arrancamos con empanadas de osobuco y de matambre acompañadas de un riquísimo vino blanco que Gonzalo eligió para nosotros y nunca más nos detuvimos. (Datazo: Yo no tomo vino pero él es tan pero tan hipnótico que lo logró). Después de las maravillosas empanadas llegó el pacú, plato que nunca había probado, y que sorprendió por su espectacular sabor.
Dejamos atrás el vino blanco para dar paso al tinto y seguimos. Con la premisa de «cucharear» aparecieron tres platos absolutamente increíbles. El primero de ellos, el osobuco braseado con polenta. Lo que me pasó en ese instante fue algo único. Al probarlo me sentí como parte de la película Ratatouille, cuando el crítico de comida es retrotraído a su infancia al probar un bocado de un plato cuyo sabor explota en su boca. Y fue exactamente así. El segundo, el garrón de cordero que se separaba con tan sólo mirarlo con puré de papas y el tercero, el pastel de batatas con bondiola que no se parece a nada que hubiera comido antes.
Como si no hubiésemos comido demasiado para ese momento, con la apertura de un nuevo vino llegó la vedette de la noche. El tan ansiado y comentado pechito de cerdo ENTERO que Gonza puso a cocinar 8hs antes de nuestra llegada. Pensá en la carne que hayas comido en tu vida e imaginate que ésta era mínimo DIEZ veces más tierna. Impecable. Única. Irrepetible.
Estando a punto de reventar, llegaron los postres, motivo de cuchareo nuevamente. Flan con crema, arroz con leche, panqueque con dulce de leche, naranja caramelizada con crema y un budín de pan ESPECTACULAR que parecía enviado a la tierra por los Dioses del Budín.
Lentamente la noche se fue cerrando, habiendo pasado más de tres horas en las cuales la conversación fluyó al ritmo de Gonzalo, hipnótico, carismático y gran anfitrión. Todavía no caigo a la realidad de la inmensidad de la noche que viví. Fue la experiencia más interesante y única de mi vida.
¡Valió la agónica espera y también la incesante necesidad de reseñar hasta el cansancio para quedar seleccionada! Gracias a Unilocal,a Gonzalo y a todo el personal del Perón Perón tuve la noche más mágica de mi existencia. No se lo pierdan.

La verdad es que es muy difícil poner en palabras la experiencia del lunes a la noche. Seguro me olvido de miles de cosas pero voy a hacer mi mejor esfuerzo para transmitirte lo que fue la experiencia y darte tantas ganas de ir que vas a querer reseñar todo lo que esté a tu alrededor para poder ganar un lugar en la próxima cena elite.
Llegamos y nos recibieron con un cocktail. Cuando estuvimos todos Gonza nos vino a buscar y pasamos a la mesa (ubicada estratégicamente frente al altar de Evita). De entrada nos sirvieron tres empandadas (de matambre, de carne y de osobuco) acompañadas con un vino blanco. Después llegó el Pacú con papas fritas con romero. Luego, llegaron tres platos de la carta: pastel de batata y bondiola, cordero con puré y osobuco con polenta. Para esto pasamos a un vino tinto. Como si tuviéramos hambre llego el tan ansiado costillar que tenía 8hs de cocción y del cual las costillas se despegaban limpias. A ver todo estaba espectacular, una mega fiesta de sabores que a pesar de no tener hambre no podías dejar de probar la cosas que iban llegando. Al postre resultó difícil llegar pero logré probar un poco de todo: flan casero, budin de pan, arroz con leche, panqueque y naranja. Sin ser ninguna sorpresa estaba espectacular todo. (Mientras escribonse menhace agua la boca).
Pero a pesar de que la comida era la gloria (si no fueron a Perwon Perón vayan sin dudarlo) lo que más me gustó (imaginense lo que debe haber sido) fue compartir la mesa con Gonzalo que nos contó como empezó a cocinar, como empezó el restaurant y qué es lo que piensa a la hora de hacer los platos o como se le ocurrieron. Son todas cosas que en general me interesan mucho saber de cada lugar que voy, pero resulta muy difícil que ocurra. Gonzalo es muy simpático, le encanta hablar y la cena a pesar de ser con desconocidos fue excelente.
Gracias Unilocal por superarse cada día con los eventos que organiza y gracias Perón Perón por ser un anfitrión de lujo.

Siempre se deja al final las gracias así que voy a hacer a la inversa. Gracias y nos ponemos de pie ante Gonzalo. La comida, exquisita, pero el trato que tuvo hacia nosotros es impagable. Nos sacamos todas las dudas habidas y por haber, sentía que estaba consultandole a mamá sobre como cocinar algo. La mesa que me toco seguramente fue la mejor (lo dijo Gonzalo, coff coff). Hubo un ir y venir constante, risas, no nos privamos de nada sin abusar :)
Aparte de la atención del anfitrión también nos toco una moza divina, que se fijaba en todos los detalles sin descuidar las demas mesas.
De todos modos, no creo poder escribir lo que fue esa experiencia gastronómica, de otro planeta. Fui la camada de octubre y ahora entiendo todo lo que decían los que fueron con anterioridad. Las fotos y otras reseñas van a poder encontrar todos los detalles de los platos, en mi caso salí enamorada de ese budín de pan que era como el de mamá!.
Queda obviamente la excusa de llevar gente a que conozca este lugar. Obvio dejar los prejuicios en casa, acá esta la comida no el partido político.
Lo que me quedo de moraleja y ejemplo a seguir es no cerrarse y elegir siempre lo mismo. Descubrir, innovar, prueba y error. El libro que nos dijo, lo voy a conseguir porque la magia que hace con los condimentos es para (intentar) copiar.
Aplausos y más aplausos.

Genialidad de Evento!
Peron Peron es un lugar excelente, cálido, un lugar «especial», si uno puede dejar de lado la parte política del lugar, que abunda y no molesta, se encuentra con una perla en Palermo.
A las 9 en punto nos encontramos en la puerta los élites seleccionados, pude reconocer a Kevin, Jairo, Mariel, Antonella, Lucia, y los demás chic@os, 11 seleccionados!
Ya se vivía un ambiente electrizante, la espera, las ganas… ya al entrar observamos un lugar tranquilo con la iluminación justa, con velas, mesas hechas de madera prensada, mientras esperábamos nos alcanzo Clarissa (la camarera) un Cinzano con tónica, ya se intuía un evento excelente. No tardo en aparece Gonzalo, amigable, y siempre con una sonrisa puesta para llevarnos a la mesa.
Al sentarnos y acomodarnos vino Gonzalo con un Vignoier de Tupun, excelente cepa alemana, y para acompañarlos unas empanadas de matambre y de osobuco, unos entremeses de picante y berenjenas que ya me encantaron.
Mientras comíamos, pudimos charlar con el, como empezó, su historia, que había dejado psicología y acompañante terapéutico, para pasar, tal estilo karmico, de trabajar con el dolor a trabajar con el placer. Como transcurrió su trabajo desde la cocina del Peron Peron, las trabas que paso, los empleados, la gente, la forma en que maneja el restaurante… Pudimos escuchar su forma de pensar, su transparencia, se denota mucho su vocación de atender bien a la gente, de poner a la comida argentina como principal, con platos típicos y quizás con una vuelta de tuerca, como «una obra de teatro», donde cada escena lleva su tiempo y su dedicación para lograr una experiencia única de los sentidos.
Me gusto mucho esta oportunidad de conocerlo e intercambiar palabras, siempre es interesante podes conocer a alguien que te da su punto de vista, sus ideas, sus pasiones, es lo lindo poder aprender de las experiencias de los demás, de sus consejos y llevarse algo de él con uno.
Como consejo el recomienda el Libro «La Enciclopedia de los Sabores» de Niki Segnit, que lo pueden bajar de mi Dropbox (En ingles)
.
Consejo que estoy muy agradecido, ya que es un libro que según me comento explica como combinar los alimentos, las especias, muy bueno!
Ahora bien, la comida, EXCELENTE!
Como primer plato probamos un Pacu a la parrilla excelente, el Pacu al ser un pescado con buen contenido graso, formo una costra superior crujiente y saborizada que daba placer, todo esto acompañado de un Pinot Noir, que combinaba y contrastaba perfecto su delicadeza con la comida.
Como segundo plato una de gustación de varios platos, el garrón de cordero, el pastel de batatas con bondiola y el osobuco braseado con polenta. Todos platos excelentes, macerados con tiempo y dedicación, que le daba un sabor excelente
Como plato principal probamos un pechito de cerdo que llevaba mas de 8 horas de cocción, son platos que llevan paciencia y amor por sobre todo, se cortaba con cuchara, excelente! Acompañado de un Hey Malbec! de Ricitelli Wines, y despues un Malbec SantoNegro, y Doña Paula State Malbec que trajimos!
Ya casi sin mas espacio, nos trajeron el postre, excelente! Flan Casero, Arroz con leche, Budín de Pan, todo muy Rico, soy mas del café negro al terminar jaja! Pero estaba super lleno!
A todo esto ya habían pasado 3 horas, de charlas, de diversión, de consultas, una experiencia que va a ser dificil de superar…
Muchas Gracias Unilocal y Muchas gracias Gonzalo y Peron Peron!
Mi únicos comentarios serian en principio el asiento no me resulto muy comodo, por que me gusta apoyarme y relajar. Y el baño estaba un poco descuidado, por lo demas diez puntos!

No voy a contar lo que es el lugar: Ya todos lo saben, y el que no, puede buscar la página de Unilocal del Perón. Acá vamos a contar la experiencia.
Habíamos llegado con muchos consejos de otros Unilocalers, muchas recomendaciones de ir habiendo comido poco porque esto podía ser terrible.
Todo lo que les digan: Es poco. No hay palabras para describirlo.
Voy a poner muchas descripciones que les van a parecer exageradas. No lo serán en lo más mínimo.
Si, como dijo Kevin, es la experiencia gastronómica de mi vida.
He comido hasta reventar muchas veces en mi vida. Pero no recuerdo algo como esto.
Mucha comida, toda excelente y abundante, y encima con un anfitrión que te va comentando cada plato, te busca un vino que encaje justo y te charla sobre la vida.
Vamos al detalle:
Arrancamos con un Cinzano con tónica mientras esperábamos al resto del equipo Unilocal.Se sentía el clima de ansiedad. La gente que pasaba por la vereda no entendía como un lunes había tantas personas con una sonrisa tan grande oreja a oreja. El Perón es alegría.
Nos presentamos ante Gonzalo, y pasamos al salón.
Con un poco de timidez nuestra al comienzo, Gonzalo nos iba contando todo lo que íbamos a comer y ya lo estábamos disfrutando. Todo lo que imaginó mi mente fue poco.
Empezamos con unas empanadas de osobuco y matambre, acompañadas de un vino blanco. Increíbles.
Seguimos con un pacú a la parrilla que estaba divino. A todo esto, Gonzalo nos iba comentando un poco sobre pescados, y lo acompañamos con un pinot delicioso.
Nos íbamos soltando. Comenzábamos a bombardearlo a preguntas. Todo nos parecía un mundo maravilloso. Estaba pasando el mejor momento de mi vida, disfrutando todo muchísimo.
Sacaba fotos. Las compartía en Twitter. Las compartía a amigos. Aún hoy lo sigo haciendo. Todavía no caigo.
Pero esto no termina acá: Recién empezaba.
Llegaba el garrón de cordero, el pastel de batatas con bondiola y el osobuco braseado con polenta. Platos que llevan muchas horas de preparación, y que uno valora más al tener al cocinero en frente que te cuenta toda la preparación.
Había lugar para algo más? Si. Llegaba el Malbec y el plato fuerte de la noche: Un pechito de cerdo. Entre 8 y 10 horas de cocción. Una cosa de locos. Manjar de los Dioses del Olimpo.
No lo voy a describir. No tiene sentido. No se puede explicar lo que es eso. No lo imaginen: Se quedarían cortos.
Encima sobró. Me moría de ganas de ponerlo en un tupper y comer eso el resto de la semana.
Había lugar para algo más? En nuestras panzas no, pero lo hicimos: Postres.
El flan de la abuela que te gustaba de niño? Flojo. ESTO ES UN FLAN!!! Lo mejor que probé en mi vida. También había arroz con leche, budín de pan (No dejen de probarlo… totalmente distinto a los que probé) y panqueques.
Una experiencia increíble. Siempre es lindo comer rico, mucho y más aún si te invitan. Pero que hayamos tenido un anfitrión tan especial hizo que la experiencia sea completa. Gonzalo es un tipo para sentarse a charlar horas y horas tomando unas birras o unos tubos de vino y, que cuando te das cuenta, sean las 5 AM.
Reseñen. Mucho. No se lo pierdan. Esto es algo increíble. No puedo dejar de comentarlo.
Sinceramente, gracias Unilocal,y especialmente a Gonzalo, que hizo que nos llevemos una recuerdo imborrable. Posta. Increíble.

Me voy a poner un corcho en el culo para no cagar nunca todo lo que comimos.
Bueno, no era necesario ser tan desagradable, pero es que posta fue la mejor experiencia gastronómica de mi vida.
Llegamos y ya en la puerta nos recibieron con un cinzano para hacer la espera menos larga.
Nosotros estábamos babeando porque todos sabíamos que la estrategia principal era no comer en todo el día así a la noche podíamos atacar el interminable desfile de comida que Gonzalo Alderete Pagés nos había preparado.
Nos tocó una #mesaza. Un grupo de Unilocalers super divertido, imposible que no sea una gran noche.
Llega Gonza, nos saluda uno por uno y nos hace entrar.
Al principio con un poco de timidez, pero luego de descorcharse el primer vino todo suciedió entre charlas, anécdotas, analogías entre el sexo y la comida (algunas muy graciosas), fotos, marchas peronistas, risas, placer.
Destacable la sabiduría de Fabio sobre vinos, y las miradas de complicidad con Gui por momentos, como cuando trajeron el pechito de cerdo.
Respecto a las comidas: UNA LOCURA.
Arrancamos con empanaditas: dos de matambre, dos de osobuco. Estas últimas me fascinaron.
Seguimos con pacú a la parrilla, estaba exquisito.
Después vinieron el pastel de bondiola con batata, cordero y osobuco braceado. Posta que no sé decir qué estaba más rico que qué. Era todo increíble.
Y el último plato principal fue un pechito de cerdo ENTERO con más de 8 horas de cocción.
Para que se den una idea, Gonza le iba sacando los huesos con la mano y salían como si nada y limpitos. Así de tiernos estaban.
Tengo un video de ese momento que subiré cuando pueda.
Cada uno de los platos acompañado de un vino diferente. Todos buenos. Yo no conocía ninguno.
Finalmente los postres fueron:
Flan con dulce de leche, budín de pan, arroz con leche, panqueque y una naranja con… ya no me acuerdo con qué, tomamos bocha de vino.
Salimos rodando del lugar, pero sobre todo con un montón de cosas que nos llevamos de este lugar, primero la humildad y buena onda de Gonza, la forma en que cuenta las cosas, «es hipnótico» dijo Maru, y lo es.
Cómo se nota que le preocupa lo que piensa la gente, nos preguntó sobre los precios y demostró que piensa en cómo hacer que cada persona que vaya a comer se lleve una gran experiencia.
Y esa experiencia es la que nos llevamos, feliz de ser elite, feliz de compartir esta mesa tan hermosa con gente tan copada y de conocer estas propuestas gastronómicas que son increíbles, explicadas por nada menos que el chef mismo y con la humildad que solo los grandes tienen.
Gracias Unilocal,gracias Gonzalo y Gracias Perón Perón por hacernos sentir como reyes.

Cómo que sólo se pueden poner cinco???
Esta mañana comenté por twitter «Los invitados a @elperonperon deberíamos recibir una insignia de Súper Mega Re Contra Elite. Así fue como me hicieron sentir. @YelpBA».
Muy pocas veces uno tiene la satisfacción de vivir una experiencia enriquecedora siendo consciente de su trascendencia al momento de vivirla, eso ciertamente permite disfrutarla el triple.
En el caso de la cena Elite en El Perón Perón, desde un primer momento supe que debía bajar un cambio y disfrutar cada detalle, porque lo que íbamos a vivir en esa mesa sería irrepetible.
Llegamos como 40 minutos antes y decidimos tomar un cocktail en la vereda. Al poco tiempo Gonzalo se acercó personalmente a saludar y a darnos la bienvenida. De ahí en adelante todo fue un deleite.
Conocimos a nuestros compañeros Unilocalers y la buena onda se desató en forma inmediata.
Tener a Gonzalo en la cabecera presentando cada plato con la humildad de los grandes, compartiendo secretos de cocina, anécdotas y, por sobre todo, la pasión por su trabajo, fue un lujo.
Más allá de los manjares que probamos y que literalmente nos hacían gritar, aplaudir y celebrar como criaturas en una fiesta de cumpleaños (siendo la marcha peronista nuestra versión del Que los Cumplas…) fue el grupo humano el que me conmovió.
Gracias Unilocal por generar esto, gracias Unilocalers, por pasarse de copados, gracias Gonzalo, por tu generosidad, pasión y todos esos adjetivos positivos del diccionario que en éste momento no me entran en la cabeza (hoy llena de imágenes de maravillas culinarias).
Un placer. Y me quedo corto de palabras para describir la experiencia.
Saludos,
I.

«Tener un restaurante que atienda bien a la gente es como hacer una obra de teatro, lo importante es que el publico disfrute»
Mas o menos textual, fue una de las frases que mas me quedo de nuestra cena charla con Gonza Alderete el factotum de lo que es hoy Peron Peron. El tomo el mande del restaurante hace tres años y le dio un impulso tal que o vas con reserva o te arriesgas a esperar en el café de la esquina (te avisan por celular cuando se libera una mesa)
Y asi fue esta espectacular obra: La escenografia, la iluminacion y musicalizacion perfectas (con el toque ad hoc de la Marcha una vez por hora), y asi comenzo
Primer Acto: una breve introduccion de pastitas, picantes, y berenjenas, llegaron los portobellos en colchon de polenta,
Segundo Acto: Provoleta con chutney de cebollas y ensalada de rucula y cherry
Tercer Acto, empanaditas de carne (osobuco) y cordero
Cuarto Acto; Pacu a la parrilla con papas rusticas
Quinto Acto, el climax, osobuco, ragu de cordero, pastel de papas y pastel de batatas y bondiola, todo se deshacia en el paladar
Sexto acto: suspendido por saciedad Gonzalo ofrecio milanesas a la napolitana, pero desistimos para pasar al gran finale
Septimo Acto: los postres, budin de pan, mousse de chocolate, arroz con leche y los increibles panqueques con dulce de leche y el flan casero, impresionante!
Obviamente todo estuvo muy bien regado de varios vinos poco conocidos (un rosado para comenzar, un clano, un Pinot un malbec y para los postres una sidra como las de antes, con sabor a manzana!)
EXCELENTE le queda chico. Gracias Gonzalo, Gracias Peron Peron, Gracias Unilocal

INCREIBLE es la palabra que lo define.
Tengo la dualidad de querer contar y no querer contar para que vivan su propia experiencia.
Tuve la suerte de poder estar en este primer grupo de Elites que compartieron esta noche.
Gonzalo el cheff y dueño es un genio. una persona muy calida que disfruta compartír la mesa contando de que son sus platos.
Vayan con hambre porque Gonzalo te tapa de comida para disfrutarla con unos muy ricos vinos de distintas variedades
Miren las fotos pero probamos provoleta, pacu, guiso de lentejas, guiso de mondongo, polenta con osobuco, milanesa napolitana, empanada de cordero y otra de osobuco… y luego los postres arroz con leche, flan, budin de pan con hebras de naranja, mousse de chocolate, queso roquefort con membrillo.
Reseñen lindo, sean Elite y ojala disfruten de este hermoso evento.
Gracias Gonzalo por recibirnos y gracias Santi por gestionar cada evento tan increíble!

SPOILER: Esto te pasa si sos Elite.
Tuve la fortuna de integrar el primer pelotón de Elites invitados a degustar las cenas que — ya vale la pena denominar como antológicas– de Perón Perón, acompañados por su alma cocinera y anfitriona Gonzalo Alderete Pagés.
Gonzalo no sólo estuvo atentísimo a ofrecernos una gran variedad de todas las cosas maravillosas que se pueden degustar en el restaurante sino que nos dio charla, respondió a nuestras preguntas y por sobretodo se sentó a la mesa como uno más para compartir.
Arrancamos con unos pancitos, escabeches, morrones, unos champignones que no podían más de buenísimos, empanaditas mientras deliberamos sobre los condimentos y Gonzalo nos comentaba algunos de sus secretos y cómo aprendió a moderar y calcular los ingredientes en base a la cantidad de comensales.
La provoleta como llegó, voló. (Tuve que repetir). Después se vino un desfile de platos con pescado, cazuelas (la de bondiola era un gran «Oh… my god»), carne y ya con solo recordar todo lo que morfamos se me hace agua la boca.
Otro dato: los vinos. Porque no podía dejar de ser una cena tan pero tan perfecta con la cantidad de cepas que nos dejaron probar. Gonzalo fue muy generoso en ofrecernos un vino distinto para acompañar según el plato pasando por distintos tintes de las uvas y terminar con la opción de una sidra que estaba más que bien (Con el señor Gus C… brindamos alegremente).
Después de la panzada y de hacernos los «yo no puedo más» con la milanesa con papas fritas que nos llegó como yapa… fuimos todos unos degenerados de los postres y atacamos el arroz con leche, la mousse de chocolate, los flanes (había dos… con crema y dulce… uno lo arrinconamos a cucharadas), una especialidad con naranja, el budín de pan y todo todo tan rico.
Realmente una de las mejores cenas que tuve en años. Y encima con buena compañía.

Esta reseña tiene 0% de objetividad, el lector ha sido avisado …
Este evento fue como una especie de iniciación en el mundo real Unilocal,ya que hasta ahora, mi contacto había sido más bien virtual. No encuentro la verdad mejor forma de haber transitado a través de estas dos dimensiones que por medio de este evento, del lugar, el anfitrión, la compañía, y por supuesto la comida y la bebida.
Qué puedo decir del lugar? Perón Perón es nada que te puedas imaginar o que te puedan contar. Tenés que estar ahí, ver la decoración, las texturas, los olores, la música para entender de qué se trata eso de lo que mucha gente está hablando. Mi consejo, sacate cualquier prejuicio, a favor o en contra, andá y disfrutá que no te vas a arrepentir.
Nos recibió Gonza, la pasión y cabeza creativa del Perón Perón (pq es «del» y no «él»!), y nos acompañó a lo largo de toda la cena cual anfitrión que recibe en su casa. Es increíble cómo puede cambiar la experiencia de un lugar con pequeños detalles y Gonza logró generar una intimidad en la mesa inimaginable en un restaurant que estaba lleno para ser el lunes. Gonza nos contó historias, anécdotas, consejos y hasta nos servía directamente él los platos, no sea que no nos creamos que estábamos en su casa :-)
Vivir todo esto en la compañía de Unilocal y sus miembros es también otra experiencia que todavía hace más grande este evento. Sentarte en una mesa con otras 9 personas con las que (por lo menos yo) no he cruzado una sola palabra en mi vida y disfrutar de 3 horas de cena, hablando de cualquier cosa, cagándome de risa y compartiendo una comida en común es difícil de lograr; por esto un mil gracias a Santi por la organización.
Sin entrar en demasiados detalles aquí, dejo para el final la comida y bebida. Gonza nos llevó a través de los sabores del Perón, compartiendo con nosotros desde empanadas, pasando por cazuelas, pacú, bondiola, milanapo (sí, lo voy a decir todo junto!) y unos postres que todavía estoy saboreando (por eso la mañana siguiente no desayuné jeje). Las bebidas son otro capítulo, porque cuando el anfitrión te invita a probar los vinos que a él más le gusta y te cuenta por qué son especiales para él, te das cuenta que la noche cobra un aura mágica (y estoy escribiendo esto luego de, creo, haber metabolizado todo el alcohol).
Gracias Gonza, gracias Santi, gracias Unilocalers. Espero no haberle spoileado el evento a nadie y por eso quise escribir más de sensaciones que de los detalles.