Es un 3.5 pero le ponemos 4 porque amor siempre para arriba. Brasero Atlántico se desprende de Florería(al lado) para ofrecer una onda más comida turística y descontracturada con la parrilla que caracteriza florería. Hay 2 temas, la oferta de bebidas es mega escasa y el negroni me decepcionó. 100 $ y la medida era medio vaso normal de negroni. La otra es que el tamaño es aún más chico e incómodo que florería para moverse. Y esto si solo estuvieran laburando con gente sola o parejas que van a comer, no se´ria mucho problema. Cada uno en la suya. Pero trabajan con grupos de turistas y había 20 franceses borrachos paseando de acá para allá que hicieron que mi estadía ahí fuese una tortura de incomodidad. La comida rica, comí una lengua a la vinagreta con panes tostados al ajo y una salsa de garbanzos al chimi. Riquísimo y no caro para nada. Los precios no me parecieron carísimos en comida. Eso me da ganas de volver. La atención, OK. Estaban demasiado ocupados con ese grupo detestable de franceces. Volveré y daré más chances porque quiero probar carnes. Y tenían empanadas de osobuco que toda la pinta.
Carina C.
Tu valoración: 3 San Francisco, Estados Unidos
Este review espero poder cambiarlo en otra oportunidad. Fuimos el martes 8 de marzo con unas amigas(quede súper mal con mi recomendación). Pedimos pícaña, el único corte que había; este estaba durísimo tuve que pedir en la parrilla que me cortaran en porciones luego lo intentamos de comer cortando en el plato y era duro. Lo réclame de una forma muy sutil y me di cuenta q no habíamos sido los únicos. Recibieron una carne que no esperaban? Bueno a cambiar el menú y devolverlo no se lo den a los clientes! Sí nos damos cuenta! También es claro que tienen un estilo muy particular en decoración y forma de servir pero el vino en copas… No en un vaso, hay una onda hipster en el mundo? si lo hay ! pero tratemos de mantener el sentido de porque sirvo el vino en copa. La atención del mesero muy buena salvo que nos hicieron comer la carne si ninguna consideración de que pagamos algo que volvió casi completo a la cocina. No digo no cobren pero una taza de té de cortesía hubiese dejado mejor impresión a las visitas en nuestro país. Aparte están en un punto clave para turistas. La verdad la idea es buena la ejecución necesita más trabajo y más atención en detalles importantes.
Rocio A.
Tu valoración: 3 Buenos Aires, Argentina
Caimos en el Brasero de casualidad después de no encontrar lugar en la floreria. El lugar es muy lindo, chico, comodo para parejas(no así para grupos), calido y muy bien ambientado. Ideal para una cena intima. La premisa es buenas brasas, algo rico para tomar(la carta de tragos es pequeña), comida simple pero efectiva. Nos sentamos en una de las pequeñas barritas y pedimos, yo particularmente opte por chorizo y mi novio elegio una empanada(sólo tenian de humita) todo es muy rico, de plato principal yo pedi pechuga de pollo con zapallo y mi novio pata y muslo con papa(los cortes de carne no vienen acompañados de guarnición sino que vos te podes pedir aparte sí queres verduras o conservas. La experiencia fue buena, pero voy a contar porque le bajé dos estrellas: Capaz seré muy campechana, pero no me gustó que no tengan panera. Sí manejas precios no muy accesibles no podes no tener tarjeta, eso es un golpe bajo. La atención es buena, y aún no toma reservas; ojo porque es chico y se llena rápido.
Paige N.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Hace muy poco abrió el Brasero, hermano menor del ya icónico Florería Atlántico. La propuesta es parecida: buenas brasas — comida simple, casera, y rica — que acompañan a los clásicos aperitivos y tragos con sello de Tato Giovannoni. El lugar es chico, con banquetas altas para sentarse en barras sencillas de madera. Las ventanas grandes que dan a la calle Arroyo son un lindo cambio con Florería, donde estar en el subsuelo no siempre es óptimo si querés un poco más de luz natural. Estantería abierta, toques marineros, e iluminación baja resultan en un ambiente informal y distendido pero con su propia onda. La carta, corta, ofrece distintos cortes de carne(pollo, vaca, cerdo) que cambian a diario, acompañados por conservas(los ajíes en vinagre están buenísimos), verduras asadas, y una variedad de entradas frías /calientes. Los precios están muy buenos, más que accesibles e ideal para un encuentro tranquilo en pareja o con un par de amigos. Éramos tres, y pedimos una morcilla(terciopelo mágico), una provoleta(viene media porción, estaba normal), y unas empanadas(esta vez de ciervo, una locura) para empezar. Compartimos el cerdo que venía de cocción lenta y desmenuzada; súper abundante y más que suficiente para nosotros. Puntos extra para el chimichurri casero(y picante!), los garbanzos y los porotos que vienen en frasco y van con todo. Para el postre, un brioche casero con helado de pistachio(manjar). Se sirven vinos por copa y algunos aperitivos y tragos. Si querés cosas más elaboradas, todavía te va a convenir pasar por Florería, pero lo bueno de Brasero es que tiene un aire mucho más del barrio, sin pretensiones. El servicio es muy bueno — los chicos te atienden bien y te cuentan sus recomendaciones. Por el momento no se toman reservas, detalle para tener en cuenta ya que el lugar es mini y si caés con un grupo de 4+ puede que estés complicado. Recomendaría ir temprano en ese caso para garantizar una experiencia más amena. Para tener en cuenta: Solo se acepta efectivo y MasterCard(por ahora), vayan preparados. Otra joyita de Retiro que vale la pena conocer.