Banco Piano

De chica vivía a dos cuadras y recuerdo haber ido a comprar moneda extranjera para mi viaje a Europa… desde ahí es un lugar al que recurrí siempre que tenía que hacer alguna operatoria como cambiar un cheque del exterior, comprar travelers cheques y comprar reales o dólares pre cepo (te daban una bolsita con cambio en cualquier moneda que era super útil).
Ahora para lo que más lo uso es porque a la vuelta tienen un cajero link que siempre está vacío!

Este banco tiene una historia que vale la pena conocer.
Hace muchos años funcionaba como Casa de Cambio y en sus pizarras era posible seguir, inclusive en tiempos tumultuosos para el país, la cotización del dólar, que cambiaba de manera continua y los precios se actualizaban de manera continua en forma manual.
No había internet en aquellos tiempos, los anteriores y los que siguieron a los de la «plata dulce» pero había en el microcentro quienes invertían y quienes timbeaban en la Bolsa. Para informarse había que concurrir a pizarras móviles, como las de Casa Piano, donde no solamente se informaba la cotización de monedas sino también de acciones y bonos, formándose corrillos en los que se discutía de temas económicos y políticos.
Estas pizarras han salido en películas y documentales de la época; si ven alguna fíjense en el nombre arriba de cada pizarra: Casa Piano.
En 1992 el Banco Central autorizó que esta entidad se transformara en banco y así nació Banco Piano.
Hoy la pantalla no es manual sino conectada directamente con la Bolsa y allí podemos ver, en la vidriera, las cotizaciones de acciones y títulos. Además, en la vidriera se exponen lingotes y monedas de oro, de pocos gramos pero muy ansiados, que en este lugar pueden comprarse, ahora con autorización de la AFIP, y también venderse.
Durante el cepo cambiario el banco vio restringida su operatoria, ya que era un clásico del rubro, pero ahora volvió a operar dentro de los límites permitidos.
El banco tiene varios sectores: atención al público, ventanillas, donde además puede operarse en transferencias (por ejemplo, es local autorizado de MoneyGram) y también se pueden cambiar, con un descuento no oneroso, billetes de divisas deteriorados.
También tiene un importante servicio: llevando divisas y abonando una cantidad que no es alta te dan la misma cantidad en cambio chico, lo que es importante para el viajero. Este mismo servicio, además del cambiario, lo brinda el banco en el Aeropuerto Nacional de Ezeiza y no necesitás autorización de la AFIP.
Al fondo hay otras ventanillas, donde funciona un Pago Fácil y pueden cobrarse jubilaciones y pensiones de Argentina y el extranjero. Por eso no es raro ver gente mayor acompañada por algún pariente o enfermero.
Un gran servicio y negocio de Banco Piano es el pago de jubilaciones de la ANSeS, siendo agente autorizado. Pero esto se brinda en los Centros de Pago, que tienen comodidades que aquí no hay, como sillas en cantidad y llamada por número. En 2012 la cantidad de jubilaciones y pensiones que pagaba el banco superaba el medio millón. Aquí, si bien la tasa está regulada, el gran negocio son los préstamos a jubilados, que se cobran por planilla de descuento. En los centros de pago la atención es buena y cordial; doy fe de ello pues cobro mi jubilación en este banco.
Pero si querés cobrar acá hay que pedir al centro de pago que manden un fax (¡si, un fax!) con el registro de firma.
En el banco funciona también una Sociedad de Bolsa, debidamente autorizada, ya que hay buena atención a inversores y las comisiones están dentro de lo prudente.
Un detalle final: si entrás al banco y prestás atención verás en el mostrador de entrada un hombre de cabellos blancos que trabaja como el que más. Te atiende, da números, controla; en fin, hace todo el trabajo que puede.
Espero (escribo en 2014) que siga allí mucho tiempo más. Porque este laburante es Alfredo Piano, fundador y accionista mayoritario del banco que lleva su nombre, que está siempre al pie del cañón aunque podría descansar, lo que para él sería aburrirse. Un ejemplo de aquel refrán que dice que el ojo del amo cuida la hacienda y engorda el ganado. Alberto Auné

En su momento yo cobraba por un laburo unos cheques del exterior y el mejor lugar donde los podía cambiar por efectivo era Banco Piano, una financiera que tiene unos cuantos servicios que otras no tienen (al menos dentro del circuito legal, no hablemos de las cuevas).
Piano maneja transferencias de y al exterior vía Moneygram, travelers cheques, compra billetes deteriorados, cambia oro y varias monedas. El servicio es eficiente y rápido, sumamente confiable y recomendable y con comisiones razonables.
Obviamente que después del cepo cambiario, los servicios de Piano se redujeron bastante y hay muchas cosas que ya no brindan. Pero es el primer lugar al que yo voy cuando tengo que hacer alguna movida de ese tipo.