Asociacion Dante Alighieri

Me duele tener que poner esta calificación, ya que el nivel de todos los docentes de la Dante es MUY bueno. Pero estoy muy disconforme con dos elementos claves de cualquier curso de idiomas y que son responsabilidad de la dirección: la organización del curso y el material didáctico.
Hice un curso de verano (después de hacer varios niveles regulares). Tuvimos tres profesores que rotaron CINCO veces en menos de tres meses (lo que dura el curso). Eso obliga a que el alumno deba adaptarse a un nuevo estilo de enseñanza, dificulta la tarea del docente y termina generado baches en la educación. Nos quejamos formalmente y no solucionaron el tema, ya que «así está previsto».
Problema 2: el material didáctico (libro y afines). Muy pobre, con poca ejercitación (dos o tres ejercicios para temas importantes como tiempos verbales). Tuvimos que buscar info por otros lados para practicar, porque lo planificado en el curso es escaso. Esto ya me pasó en cursos anteriores, y al final te deja sabor a poco.
Repito, es una pena que se maneje la organización de esta manera, especialmente porque en este sentido (ni hablar estructuralmente), están a años luz de la Alianza Francesa, el Goethe y afines. Y digamos que te cobran una cuota dos o tres veces más cara que en otros institutos (como el Laboratorio de Idiomas), así que mínimamente uno espera que te brinden todas las herramientas para el aprendizaje. Pero lamentablemente, no es así (por lo menos en mi experiencia).
Espero que cambien porque tienen a un equipo docente talentosisimo y una importante historia en la enseñanza del italiano en el país.

A la hora de estudiar un idioma, lo mejor es ir a la institución que representa al país del que se quiere estudiar su lengua. Este es el caso de la Dante Alighieri. Pasa lo mismo con la Alianza Francesa, por ejemplo. La mejor calidad y el mejor nivel los tenés en esos lugares.
Muchas veces te podes encontrar con que el profesor que te toca es realmente de nacionalidad italiana, que ha vivido allí, y ¿quién mejor para enseñarte el idioma y la cultura italiana que alguien que la vivió en carne propia?
Otra cosa que me atrae de la Dante, es que como todo lugar de aprendizaje de idiomas, tiene que tener una biblioteca. Y acá no se quedan atrás. Es muy completa y siempre están los libros a disposición para los alumnos que estudian allí.
Están en Buenos Aires hace muchísimos años, mas de cien. Se puede decir que llegó acá con la oleada de inmigrantes que vinieron a principios del siglo XX. Y como acá en Argentina la mayoría de aquellos extranjeros eran italianos, no es raro que muchos de nosotros tengamos descendencia de aquel país. Lo que hace que llame aún más la atención de estudiar nuestra lengua madre.

El año pasado quisimos arrancar a estudiar italiano con mi novio. Averiguamos y las recomendaciones eran unánimes: la dante.
Asi que fuimos a inscribirnos y cursamos el primer año. El profesor era copado, las clases resultaban entretenidas. El edificio está bueno. Hay una librería antes de entrar, donde venden diccionarios y los cuadernillos de estudio. Me llamó la atención la videoteca, donde podias «alquilar» películas y se organizaban cine debates.

Conté en un grupo de amigos que quería estudiar italiano y varios me nombraron enseguida a «La Dante». Lleva muchos años en Buenos Aires (la fundaron en 1896) y ya varias generaciones pasaron por ahí. En la Dante Alighieri dan cursos para todos los niveles, intensivos, regulares, de conversación, especializados, infantiles, para adultos y también para quien quiere poder más que balbucear en un viaje. Tiene cinco sedes (Belgrano, Flores, Barracas, Centro y Barrio Norte), aunque los cursos de verano sólo se dictan en la de Tucumán y Montevideo. En ese edificio (similar a todos los edificios de escuelas de idiomas, con paredes amarillitas, sillas con mesa incluída, CDs que se retoban) hay una mediateca de la que se pueden llevar a casa películas y discos en italiano. Estoy cursando un intensivo de verano, en la clase somos 10 (arrancamos 15) y los tres profesores que tuve hasta ahora encararon la clase por un costado diferente (dos con más energía para que logre mantener la atención durante tres horas seguidas, otra más dedicada a la repetición de ejercicios hasta que te quede o te resignes). Quienes enseñan no son nativos, sino hijos de italianos, con una cultura del país muy presente que intentan transmitir, más allá de enseñar gramática. Al lado de la entrada principal de la sede de Tucumán hay una librería donde se compran libros de estudio y diccionarios y también novelas y clásicos en italiano.