Antigua Belgrano

Tremenda panaderia, muy reconocida en la zona por sus años de permanencia y por que tooodoo es muy rico… recomiendo los sandwichs de miga, los chipacitos y las facturas.
Siempre esta lleno y hay que sacar número pero con un poco de paciencia en unos minutos estas fuera del local, tienen varias chicas que atienden en los mostradores ocupándose.
Los precios son un poco más caros que en otras panaderias.

5 estrellas porque todo lo que probe de aqui es sumamente delicioso.
intuyo que por los precios que manejan tienen materias primas buenisimas, el pan es muuuy rico, yo no como pan, pero cuando cocino para alguien suelo comprar aca.
Las facturas estan algo de 90 y pico la docena, es como un poco una locura, pero bueno, son los precios que hoy en dia se ven normalmente, son increiblemente ricas y sumamente fotogenicas (: los sandwichitos no se quedan atras, tienen muuuucho relleno y son exquisitos. Recomendacion especial para los que nos gusta mucho el limon… las galletitas de limon son como ir al cielo, como abrazar un marshmellow, como quedarse dormido en la panza de tu gato (bueno me calmo… que me tome ah?) realmente pruebenlas y despues me cuentan. Tampoco se queden sin probar las masitas, oh por dios, que bello lugar para salir rodando hasta el hogar.
No importa la hora, siempre vas a sacar numero. Creo q eso tambien habla bien del lugar.

Cuando uno entra en esta panadería y confitería realmente no sabe qué elegir para llevar, todo es súper tentador y rico. Siempre que he ido terminé optando por salados (sándwiches de miga, medialunas con jamón y queso, bastoncitos de queso, etc.), pero sin dudas los dulces son también muy buenos.
Está cualquier día y a cualquier hora lleno de gente, hay que sacar número y esperar un rato, pero hay muchas chicas atendiendo (todas mujeres) y lo hacen muy rápido y amablemente.
La mayor contra que tiene el lugar es al momento del pago, ya que sólo aceptan efectivo (ni siquiera tarjeta de débito) y muchas veces de las que he ido no me dieron ticket, lo que en parte explica por que aceptan sólo ese medio de pago. Hola AFIP.
Los precios son un poco más altos de lo de cualquier otra panadería de barrio, pero sus productos además de ser muy ricos son de gran calidad.
OJO: no confundir con «La Nueva Belgrano» que está cerca y no tiene nada que ver.

Esta panadería es excelente. No te vayas sin probar los chipas y medialunas (de grasa y manteca)

La Antigua Belgrano es LA panadería de la zona. Todo es rico.
Es salir de la boca del subte D y verse atraído por el olor a pan que sale de esa esquina tan transitada.
Las facturas impecables, las masas tiernísimas, las tortas muy ricas. Lo que se lleva el primer premio: los sanguches de miga. Son gigantes, con mucho relleno y rinden un montón.
Siempre esta llenísimo, pero no se asusten, las chicas que atienden son rapidísimas y eficientes, saca número y entregate a engordar felizmente.
No es barato pero es accesible. La contra, solo aceptan efectivo.

¡Las facturas de Antigua Belgrano! Es lo primero que me viene a la mente cuando pienso en este lugar.
Las medialunas de manteca que venden acá son buenísimas. Son grandes y no le ponen tanta cantidad del almíbar ese que usan en muchas panaderías que te deja las manos totalmente pegajosas. Las medialunas de grasa también son muy buenas y venden dulces y saladas.
En general las facturas que venden son muy buenas y siempre vas a ver gente comprando durante todo el día. De hecho hay horarios en los cuales la panadería está repleta de clientes comprando las delicias que venden acá hace décadas.
Es una de esas panaderías en las que entras y te dan ganas de llevarte todo lo que tienen.
Recomiendo también los sándwiches de miga que venden (en especial el de pollo) que son excelentes, con gran cantidad de relleno como corresponde. Ideales para un almuerzo laboral o para darse una panzada.

Esta panadería remonta su existencia a los tiempos en los que Belgrano no era un barrio y era un pueblo. Por lo menos eso parecen indicar las fotos en las que se ve la panadería, la Iglesia y absolutamente nada más al rededor. Ahora, si la panadería tiene unos 100 años, por algo es. Cuando pasás por la puerta es como si una mano invisible te agarrara por la nariz y te atrajera con sus olores deliciosos. Todavía no encontré algo feo acá adentro. Algo tan sencillo como el pan es excelente. Los cuernitos de grasa son una locura, las facturas son perfectas, las galletas con sémola (LAS GALLETAS CON SÉMOLA)… Cada cosa es mejor que la anterior. Cuando vas, es cantado que salís con unas dos bolsas grandes repletas de cosas.
Plus: Los alfajores de almendra son una experiencia aparte; asimilable, me imagino, al tránsito a través del paraíso.

La vida nos regala momentos:
Un viaje a un destino soñado, una cena en compania maravillosa, un gol de Palermo de culo en el ultimo minuto una lluviosa tarde, un pleno coronado en un casino de Las Vegas que no sólo te salva las vacaciones sino que ademas te hace volver con guita.
Eso es lo importante.
La familia, va y viene.
Ah, no, eso es el dinero.
Pero el dinero, sirve para comprar «sanguches de miga».
No «sandwichs», no «baguetines», SAMBUCHES.
Para eso, cuando el antojo es incontrolable, (Norberto Napolitano le hizo una canción a esa alquimia maravillosa de mayonesa emulsionada y fiambre), voy a la ANTIGUA BELGRANO.
Todo es rico.
Al acercarse a la esquina de Cabildo y Juramento el aroma de medialuna recien horneada te toma de las narices y te lleva elevado a centímetros del suelo.
Ni bien pasas la pesada puerta de vidrio entregate.
Facturas, impecables.
Esas que cachetean a cualquier tilingo importado de Francia mientras le gritan «acá esto se hace así».
Todo es rico, pero los SAMBUCHES… eso es cosa seria.