¿Querés sentir que te teletransportaste en el tiempo? Entonces entrá. Es un lugar muy amplio, un poco oscuro atendido por dos señores muy amables que te tratan de usted. En cuanto a productos, tienen mucho de todo eso que ya no se ve tanto. ¿Qué quiero decir con esto? Importados. Ojo, también tienen cosas nacionales, no es un almacén únicamente de importados, pero sin lugar a duda son la atracción. Entonces, si te levantaste con ganas de tomarte un Twinings, comerte un buen chocolate importado o mandarte un tubo de Pringles, este es tu lugar. También tienen variedad en bebidas importadas y cada tanto podés encontrar alguna presentación especial que cuesta encontrar en otros locales. Y las conservas(en su mayoría nacionales) que venden son de muy buena calidad. Entonces podríamos decir que es el lugar perfecto. Pero hay un detalle: el precio. Todo es caro. Muy caro. Carísimo. Yo sólo voy cuando busco algo en particular que no puedo encontrar en otro lado. Y así y todo, sabiendo que es caro, a veces me espanto. Pero si alguna vez andan antojados de alguna cosa importada que cuesta conseguir(y tienen el dinero disponible), no lo duden, porque entrar es una experiencia en sí.